15 de julio de 2010

Ideas que vienen y van

Si bien es cierto que no sobreviviría sin el raciocinio, no hay que dejar de lado los sentimientos, eso lo tengo bastante claro, ahora, después de todo. Pero no puedo creer que existan personas que tachen como debilidad a su sentimentalismo o sensibilidad, a sus emociones, no puedo creer que digan esas cosas. Me parece absurdo, irónico, tonto, frustrante... ¡me provoca agarrarlas por los hombros y zarandearlas! Que digan cosas como "si no fuera tan tonta, bueno tan sensible... si fuera más como tú" ¿¡Tonta, tonta?! Por Dios santo, ¡lo verdaderamente tonto es pensar que eso es una debilidad, lo verdaderamente tonto es desear ser alguien como yo! En verdad no saben cómo se equivocan... *suspiro* Definitivamente... "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde", las personas no valoran lo que poseen, por el contrario, lo desprecian, lo rechazan, lo maltratan... lo quieren fuera de sí.

Obviamente no voy a decir -en voz alta- lo que pienso respecto a tus palabras ignorantes, estaría fuera de lugar... pero si quieres que se sea sincera, si realmente quieres que diga lo que tengo en mente mientras hablas sandeces lo admitiré. No sabes cuánto te envidio. Poder experimentar esas cosas, poder sentir todo lo que sientes, ¿¡y te atreves a llamarlo tontería?! Definitivamente estas fuera de tus casillas, hay algo que no funciona en ti. No sabes cuánto deseraría poder sentir algo como lo que tu sientes en este momento, poder sentir... pero simplemente no puedo... no encuentro ahora un lugar para albergar eso. Me pregunto si algún día hubo tal lugar. Creo conocer la respuesta.

Cuando examino mis memorias me doy cuenta de que desde un principio faltaba algo, ése lugar especial al que los sentimientos llaman hogar. No es que nunca haya sentido nada, por supuesto que no, pero desde el comienzo ha habido una pieza que no encaja en el puzzle. Puede que mi corazón sea demasiado pequeño y por esto no de abasto, por esto no alcance... Pero puede también que simplemente sea yo -en mi fuero interno, en mi subconsciente- quien se niega a sentir algo, a dejar salir un torrente de emociones que se encuentran encerradas en lo más recóndito de mi ser. ¿Sabes? Le doy un 50% de factibilidad a ambas.

Me pregunto ¿Qué es lo que no encaja en el puzzle? ¿Qué es lo que desde un principio hacía falta? No lo sé, o tal vez, me niego a saberlo. Negación. Maldita negación, no sabes cómo me atormentas. No creo que haya nacido con un corazón pequeño, a decir verdad. Es cierto que desde pequeña he sido así -seria, seca, "una niña con ojos viejos" como suelo pensar cuando miro las pocas fotos de mi infancia- pero me inclino a pensar que fueron las circunstancias las que empeoraron mi situación, estoy segura que antes no era tan... así. Pienso que se debe, como siempre, a un conjunto de factores. Personalidad + sucesos que marcaron -y atormentan- mi vida = ¿corazón pequeño? Bueno, tú entiendes a lo que me refiero. ¿O no?

En fin, la cuestión aquí es que deberíamos ser más agradecidos con lo que poseemos y valorarlo un poco más. Mientras trato de hacer que la ecuación cuadre pido que los que me rodean no digan tales estupideces, por lo menos en frente mío.
Entonces, ¿cómo era? Personalidad + sucesos = corazón pequeño, pero si le sumamos las alegrías actuales = corazón mediano, y si dividimos entre...




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