10 de agosto de 2016

Un dolor bien recibido y nada más

"Mi mamá lo perdonó, pero no le dio una segunda oportunidad, esa es la diferencia.  Lástima que no la viera."  Qué puede ser más doloroso?
En un mundo paralelo, en uno de esos sueños que revelan más de nosotros mismos de lo que deberían, él se acercaría, como lo hacen todos los otros, y diría "cómo lo siento".  Y estaría bien.  Ella diría "gracias", y eso sería todo.  No un abrazo, no un beso, un apretón de manos quizá.   Y estaría bien.

Pero como no es un mundo paralelo ni un sueño, en realidad no sucede.  En cambio pasa que esa otra ella dice lo que dice y se va.  Y yo pienso que podría decirle "tía, cada cosa que dices nos hiere, no ves que somos eso que no se pudo separar?".  Pero no es un sueño, no es otro mundo, por lo que mi boca decide callar.  Si lo fuera, oh si lo fuera, el dolor de cualquiera sería un dolor bien recibido, un dolor humano y nada más.