16 de abril de 2014

Ahora...

Tal vez eso era lo que me faltaba: ver terminado lo que una vez empezó.  Ahora están terminando lo que hace años quedó a medio construir, a medio destruir. Y, contrario a lo que supuse, se siente bien.
Pensé, como persona drástica que soy, que tenía que empezar de nuevo en otra parte, quemar todo y abandonar los escombros.  Pero no.  Tal vez lo que necesitaba era precisamente esto, concluir y reordenar, poner baldozas en el piso desnudo y pintura nueva sobre la vieja.  Tal vez no hay que ser tan dramática y en cambio entender que un cambio drástico no siempre requiere reducir todo a cenizas, tal vez...
Ahora se siente bien, después... también :)

Hábitos

El ser humano es un animal de costumbres.  Yo me habitué a la tristeza, incluso empecé a buscarla en las ocasiones en que no me acompañaba.  Me acostumbré a romperme los labios, a sangrar ante la ansiedad.  Horribles hábitos, perjudiciales vicios...  ¿Y ahora cómo me los quito?