"Mi mantel", capítulo 1

Hmmm, estaba pensando en poner algo de mis poemas, pero creo que mejor publicaré los primeros capítulos de "mi mantel" Ya no sé cómo continuar, es uno de mis peores escritos hablando gramatical y narrativamente, pero es tan mío, significa tanto, que tampoco quiero que desaparezca en el olvido...

Al comienzo iba a hacer parte de mi "colección de finales", luego empezó a ser un relato corto y posteriormente intentó convertirse en un fic; ahora... que juzgue otro.

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¿Es la luna el reflejo de un planeta extraño? ¿O es en verdad un cuerpo luminoso que acompaña nuestros días de oscuridad? No lo sé, y sinceramente, prefiero no descubrir la verdad, prefiero seguir creyendo una mentira. Prefiero seguir creyendo que por lo menos la luna me acompaña.

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1. AGUJERO NEGRO

“Oh luna, luna de oriente, amiga y confidente mía, dime que estás ahí, dime que no te has ido, dime que no te irás. Por favor, por favor… no me dejes” Pienso mientras una lágrima rueda por mi mejilla. En verdad duele…

–Toc, toc -la puerta- ¿Estás ahí? Voy a abrir- No. No puede verme así. Rápidamente seco mis lágrimas, aunque sé que no servirá de mucho. Siempre que lloro mis ojeras, ya de por sí pronunciadas, adquieren una tonalidad grisácea y mis ojos se tornan rojos – Deja de lloriquear y apúrate –dice una voz familiar. Obviamente se dio cuenta –No puedes quedarte el resto de la eternidad llorando –Eso es lo que él cree. Pienso sarcásticamente.

–No estoy llorando. Sabes que estoy resfriada. Y no tienes que decirme lo que tengo que hacer –contesto recobrando la compostura, o más bien, poniéndome de nuevo la máscara –ya voy.

–Como sea –dice cerrando la puerta

Suspiro… Cierro la ventana del balcón y noto como la cortina opaca la poca luz que quedaba en la habitación. “Todo opaca, apaga o hace que desaparezca la poca luz que me queda” Pienso.

En mi mundo ya no hay sol, dejó de existir desde hace mucho tiempo. En mi mundo ya no hay estrellas, pues estas ya murieron. En mi mundo sólo queda la luna, y ni siquiera la luna, pues ella se está extinguiendo, está siendo devorada por un agujero negro, agujero que, en sólo cuestión de días, terminará por devorarme a mí también. ¿Qué haré sin mi luna? ¿Qué haré cuando reine la oscuridad a mi alrededor?... esperaré al agujero negro.