"– Yo... me pregunto lo mismo... es como si alguien leyera una historia y yo fuera la "imagen mental" de la persona que lee el libro...
...Y sigo rota y congelada, siempre lo he estado y creo que siempre lo estaré. Pero, igual me toca levantarme, y a ti también. ¿Para qué? No sé, no me preguntes. Lo descubriremos cuando estemos muertas y vayamos a reencarnar, tal vez–."
¿El sentido de la vida? Tampoco lo conozco, tampoco lo entiendo. A veces –casi siempre –estoy confundida y me siento sola, y no encuentro fuerzas o motivos para levantarme, pero algo me hace parar, esa vocecita interna me dice "tonta, ¡suficiente! deja de pensar en bobadas y párate...". Me gusta pensar que tengo un ángel, una conciencia –es mejor que empezar a preocuparme de que tenga esquizofrenia o un trastorno disociativo de personalidad... –, un "lo que sea" que se preocupa por mí. También me gusta imaginarle a mi lado –¿o recordarle, quizá? –, aunque ya no lo hago mucho porque sé que es perjudicial para mí...
A veces me gustaría poseer una máquina del tiempo para quedarme estancada en esos momentos fugaces de felicidad, de sentirme "completa". Sí, con ellas los tuve, contigo... Pero no puedo vivir de recuerdos aunque sea ésa la esencia melancólica de mi alma... también es perjudicial para mí. No te lo aconsejo.
Yo sé que quería decir algo... perdí el hilo... En fin... creo que si me levanto es porque en el fondo de mi ser sé que no estoy sola –espero, realmente –que hay alguien que, así sea alguna vez dentro de veinte años, se va a acordar de mí...
Puede que el mundo se caiga a tus pies, persona amada, pero recuerda, siempre recuerda que no estás sola, que puedes contar conmigo... aunque sea frase de cajón, aunque –tristemente– no pueda estar contigo siempre, sí estoy ahí –para aumentar tu paranoia –. Recuerda, siempre recuerda que hay alguien que te recuerda...
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