Junio 10, 2011
Desearía tan solo poder decir algo distinto a esto. No sé qué pasa, sólo sé cómo me siento, cómo te siento ahora… y duele.
Esa tarde está grabada en mi mente. Tu mirada, cada frase que dijiste… -sí, estoy de dramática –cómo me mirabas, como si supieras el final de la historia pero aún tuvieses la mínima esperanza de poder cambiarlo. Yo creía que podrías. Sinceramente lo creía. Tenía fe en ello. Era mi esperanza.
¿Por qué ahora? ¿Por qué de nuevo? ¡No lo sé! Sólo sé que me duele. Sólo sé que recuerdo una y otra vez, una y otra vez… “Tengo miedo…”
Desearía poder haber hecho algo más… desearía que las cosas hubiesen sido diferentes, que mi presente fuera un poco más cálido, que fuera un presente rodeado por un bonito verano. ¿Entiendes?
A veces pienso que sería mejor dejarte ir, de una vez por todas. Te ahorraría unos cuantos pensamientos tristes –tal vez, ya no lo sé –pero simplemente no puedo. ¿Sería mejor el olvido? Sé que te duele también –Eso creo. Eso creía saber –por eso sería mejor el olvido, ¿no crees? ¿Te mortifica tanto como para alejar todo lo que te traiga recuerdos? ¿O simplemente soy yo delirando?
Es tan distinto ahora, ¿no? Pero yo te quiero igual – ¿tú también? – por eso duele. No sé nada. No sé qué es mejor o peor, para ti o para mí. Sólo sé tres cosas:
1. Te quiero
2. Te extraño
3. Ambas estamos esperando algo… ¿Ya sabes qué esperas tú?
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